Consulta online de psicología

Comencé a pasar consulta de forma online por demanda de mis pacientes cuando empezó la pandemia. Aunque, como centro sanitario, podría haber seguido con la consulta presencial, ante la incertidumbre que se vivió en aquel momento, creí que lo mejor era trabajar ese tiempo exclusivamente de manera online.

Además, como te comento, mis pacientes pedían poder seguir de esa forma para no quedarse sin el soporte terapéutico todas esas semanas.

Reconozco que yo misma tuve que superar mis propias barreras, ya que me parecía algo “raro” eso de que una psicóloga hiciera las sesiones online. Me daba miedo que la pantalla fuera una barrera insalvable y no poder hacer un proceso de acompañamiento profundo en esta modalidad.

Al principio, pensé que no era tan extraño, pues, al fin y al cabo, a mis pacientes ya los conocía en persona, pero después fueron llegando nuevas personas que pedían sesiones online no solo por la pandemia, sino porque les resultaba cómodo el no perder tiempo en desplazamientos o porque me había recomendado algún conocido y vivían en otra cuidad o porque habían leído en internet sobre mi forma de trabajar (en mi web o por otras vías) y habían tomado la decisión de empezar su proceso conmigo a pesar de no encontrarme físicamente en el mismo lugar que ellos…

Así, empecé a tener pacientes online no solo por la necesidad del momento, sino por pura elección y mis resistencias se fueron aflojando al comprobar que las sesiones online y presenciales son lo mismo.

Comencé a comprobar con la práctica como los procesos y la conexión pueden ser igual de efectivas de las consultas online de psicología que lo son en las sesiones presenciales.

Actualmente, disfruto mucho también en este tipo de acompañamiento, se traspasa la pantalla y muchas veces me doy cuenta de que no conozco a esas personas presencialmente, pero es como si las conociera, como si las hubiese visto mil veces.

Ahora, acompaño a muchas personas de toda España, incluso de otros países como México, Perú, Dinamarca, Francia, Alemania…

Por supuesto que lo es. Como personal sanitario, a los psicólogos nuestro código deontológico nos exige que así sea.

Suelo decir a mis pacientes que a lo largo de las sesiones vamos construyendo un espacio seguro para poder compartir a su ritmo y que, ese espacio, es suyo y solo suyo.

Sí es importante, que puedas tener en casa un espacio tranquilo con conexión a internet en donde no vayas a ser molestado y en el que puedas asegurarte tu privacidad. Por mi parte, dicha privacidad y anonimato están asegurados siempre.

Puedes reservar tu cita directamente a través de la pestaña de mi web (Pedir cita) que te llevará a mi agenda. Ahí verás los espacios que están disponibles en la consulta online de psicología.

Por supuesto, si antes de reservar, tienes alguna duda o prefieres hablar conmigo y que yo te digo la disponibilidad de huecos, puedes llamarme al teléfono que aparece en mi contacto o escribirme un e-mail, lo que para ti sea más cómodo.

Puedes realizar el pago a través de Bizum o mediante transferencia bancaria en el número de cuenta que te facilitaría en caso de elegir esta opción. El pago se realiza 24 horas antes de cada sesión de terapia.

Dependerá mucho de tu caso, pero generalmente las sesiones online de psicología, en un inicio, suelen ser semanales y, a medida que el proceso va avanzando, se espacian cada dos semanas y así progresivamente.

No obstante, cada caso es único y puede que haya personas a las que recomiende sesiones quincenales desde el comienzo.

En la primera sesión acordaremos esa frecuencia adaptándonos también a las circunstancias de cada persona.

Aquí la respuesta vuelve a ser depende. El ser humano es complejo y cada caso y situación exclusiva a la hora de calcular el tiempo de la consulta online de psicología.

Para un mismo problema el tiempo de terapia puede variar mucho de una persona a otra. Hay muchos factores que influyen en esto como factores ambientales, personales, económicos, contextuales…

Por supuesto. Además, esto es algo que siempre digo a mis pacientes, tanto a los que atiendo online como a los que atiendo de forma presencial.

Nuestro contacto no tiene que limitarse únicamente a la hora que compartimos en las sesiones, sino que también podrás escribirme bien al e-mail o bien al whatsapp cuando lo necesites. Bien porque tengas alguna duda o porque quieras compartir algo y yo te responderé en cuanto lo vea.

Incluso, en algunas situaciones concretas, puede ser necesario hablar por teléfono unos minutos y lo haremos sin problema ninguno.

Puedes reservar bien escribiéndome un e-mail o un whatsapp, también llamándome a mi teléfono móvil o a través de la agenda ubicada en mi web en la pestaña de “pedir cita”.

Este botón te llevará directamente a mi agenda de Doctoralia en la que verás los espacios libres para reservar aquel que mejor se adapte a tu disponibilidad.

Sí. Puedes modificarla o anularla tú mismo a través de la agenda de Doctoralia (siguiendo el enlace de mi web “pedir cita”) o bien comunicándomelo a mí por teléfono o e-mail para anularla o cambiarla yo por ti.

Lo que te pido es que intentes hacer ese cambio o anulación con, al menos 24 horas de antelación para poder ceder tu espacio a otra persona que lo necesite.

Claro que sí. La consulta online funciona igual que la presencial por lo que podemos tratar cualquier tipo de caso con la misma efectividad.

Al reservar la cita (tanto si la reservas tú mismo como si me llamas y la agendo yo por ti en el espacio que acordemos) te llegará un enlace que será en el que tendrás que conectarte en día y hora acordados.

Dos días antes de la cita, te llegará además un recordatorio con el enlace de nuevo para la consulta online de psicología.

Cuando llegue en momento, únicamente tendrás que conectarte pinchando ese enlace. La aplicación que usaremos no precisa que instales ningún programa.

Si tienes dudas, lo mejor es que me llames o me escribas desde la página de contacto y resolvemos cada una de ellas.

Para mí es muy importante contestarte todo aquello que quieras saber, así que no tengas apuro en preguntarme. Dedicaremos el tiempo que haga falta para que estés seguro de si quieres o no comenzar tu proceso conmigo.